Prácticas Agronómicas

Primeras alertas para el trigo: en Córdoba vuelve a asomar la sequía y se detectó mancha amarilla.

Hay zonas del sur provincial que ya muestran un déficit hídrico fuerte. En el sudeste, la mancha amarilla presenta "alta severidad", según un técnico del Inta Marcos Juárez.

La campaña triguera, que arrastra buenos indicadores tanto en Córdoba como a nivel nacional, comenzó a encontrar los primeros obstáculos en la provincia mediterránea.

El más importante y que enciende luces amarillas en el agro es el retorno de la sequía: desde fines de mayo que no llueve de manera significativa y eso ha llevado a que ya haya lotes con síntomas de fuerte déficit hídrico.

Según la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), "el centro de la provincia de Córdoba se encuentra con reservas escasas y algunas pequeñas regiones de sequía, siendo de las únicas regiones que ya se encuentran transitando el periodo crítico para déficit hídrico en trigo".

Gráfico: Estado de las Reservas de Agua en Suelo.

El mapa que semanalmente elabora esta dependencia oficial muestra que Córdoba es el territorio con peor condición hídrica en la presente campaña: en la mayor parte de la provincia las reservas de agua en el primer metro de suelo son "escasas".

Esta perspectiva es confirmada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en su último informe de estado y condición de cultivos: ubica al nueve por ciento de los lotes trigueros del sur cordobés bajo condición de sequía, y al 30 por ciento con reservas "regulares". En el centro-norte provincial, el 55 por ciento del territorio tiene reservas regulares.

Enfermedades

La falta de agua fue destacada también por el técnico del Inta Marcos Juárez, Juan Pablo Ioele. "No tenemos la misma campaña que en los años anteriores, cuando las lluvias acompañaron a lo largo de todo el ciclo", indicó.

De todos modos, advirtió como el problema más grave “una alta severidad de mancha amarilla”.

"Venimos viendo desde hace una semana y media que hay mancha amarilla en casi todos los materiales, principalmente en las hojas basales", mencionó Ioele.

Además de controlar esta enfermedad, recomendó comenzó a monitorear posibles casos de roya amarilla, que el año pasado tuvo su mayor epidemia en casi un siglo, y que ya se detectó en el centro de Santa Fe y Entre Ríos.

Fuente:
Ruralnet

 
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